Una poesía que dedico un hombre a una mujer libre.
Mujer de bellos ojos verdes y profundos,
Un día te vi tan hermosa y orgullosa, pasar por mi lado,
Ni siquiera te fijaste en mi, para ti yo solo era un simple hombre,
Que no merecía ni una leve mirada, de esos bellos ojos.
Desde ese día me quede prendado de ellos,
Que no me dejaban dormir, ni vivir en paz,
Solo pensaba en ellos y en como poseerlos,
Solo soñaba el día en que frente a mi te quitabas el velo.
Como seria tu rostro, tu sonrisa, tu voz,
Como serian tus caricias, tus besos,
Como podría yo un simple guerrero,
Ganarme tus favores, OH! Mujer de mis sueños.
Salía a luchar con mi ejercito de tarnsmanes,
Saqueando caravanas, robando esclavas hermosas,
A las cuales usaba una vez y nada mas,
Dejándolas como eran, simples esclavas.
Raptaba mujeres libres, refinadas, de incomparables belleza,
Y las doblegaba, hasta someterlas a mi voluntad,
Dejándolas reducidas a esclavas, que lo habían dado todo,
En una sola noche y ya no tenían nada que ofrecerme mas.
En mi cabeza, solo existían esos ojos misteriosos,
Esos ojos provocadores y picaros,
Que no se habían fijado en mi,
Que pasaron de largo, como tarns salvajes a quien nadie los había domado.
Algún día no muy lejano, a esos bellos ojos,
Que se fijaran en mi, yo los domare como dome a mi ave y me dirán te amo,
Mi amo, mi señor y yo los besare hasta hartarme,
Y los usare una y otra vez, para mirar mi reflejo en ellos, sin cansarme, sin aburrirme ni olvidarlos.
Y se que no serán como las otras, fugaces
Porque tu serás MIA y solo MIA, serás eterna y ubara
Para siempre, solo que ahora no lo sabes ni te interesa
Pero a mi lado ya tienes tu sitio, solo hace falta que lo entiendas.
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